EVALUACION EN TIEMPOS DE CAMBIO de Pablo Ríos Cabrera
Universidad Pedagógica Nacional / COSDAC / SEP
EVALUACIÓN
Uno de los puntos fundamentales de la práctica docente es la evaluación, ya que ayuda tanto al profesor como al estudiante a conocer sus fallas y aciertos para poder planear cambios estructurales en la práctica diaria de la educación.
Para esto es necesaria la participación de las dos partes, tanto del docente como del alumno, porque la educación es un proceso integral que no solo implica una trasmisión de conocimientos por parte del maestro al alumno como si fuera una esponja, sino que él debe de construir su propio conocimiento y por ende su propia valoración de si mismo.
Claro que en un sistema académico esté presente la calificación que se le otorga a un alumno y es parte de los parámetros que utilizan las instituciones, pero en la formación educativa y personal de un alumno es necesario que la evaluación sea más puntual en un terreno subjetivo, ya que utilizar parámetros de medición es muy objetivo y utilizarlo para personas en plena formación es catalogarlas de una manera pre juiciosa. En cambio al hablar de evaluación abarca tanto lo cuantitativo como lo cualitativo.
Existen dos tipos de evaluación: la evaluación educativa que está basada en los programas educativos y la evaluación orientada que está enfocada en procesos más particulares, en el alumno.
Para el uso de la evaluación se debe de tomar en cuenta lo técnico y lo metodológico- que se basa en la mejor forma de obtener la información requerida – y lo ético y valorativo que implica platearse diversas preguntas como: ¿Por qué evaluar? ¿Para qué? ¿Con qué legitimidad? ¿Qué uso dar a la información?
Está valoración en la evaluación deben de orientarse a la formación critica del alumno y buscar que su reflexión se centre en su realidad, para que su educación sirva en su formación tanto académica como personal.
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